domingo, 13 de abril de 2008

Espejito espejito


Un domingo haciendo compras en el supermercado de los chinos miré arriba hacia a un espejo inclinado.
Es un lugar lúgubre, antiguo, viejo. No sólo me ví a mí.
Me quedé quieta con el canasto en la mano y visualicé un futuro para mí. No era el que esperaba. Para nada era el que elegí.
La serie de eventos que pasaron en mi vida, esos que no elegí, hicieron que esté en ese supermercado mirándome al espejo.
Lo que ví fue un futuro como la clásica esposa de apariencia poco o nada sexual, que tiene dos hijos malcriados, que tiene una vida marital nula y una vida en general rutinaria y aburrida. Negación. Cuando no negara me preguntaría cuándo cambié, cuando me convertí en eso, si lo que me sucedía era todo lo que tenía que esparar de la vida. Nada más a la vista.
Lo que pensé fue en esos eventos que no elegí, que salieron mal.. ¿Que tal si todo hubiese salido como yo quería?, ¿Hubiese sido peor eso si resultaba en un total fracaso?, ¿Es mejor culpar a la serie de eventos desafortunados?
La puerta de las elecciones están, sólo que no tenemos las llaves de todas.. Y cuando te echan de un lugar te encontrarás con otras puertas, algunas conocidas y otras por explorar, pero nunca las que hubieses elegido, como dije, en un primer momento. Tal vez la vida que querías la estarías viviendo paralelamente en otra dimensión.
Cuando se trata de interacción con otras personas de eso se trata . No podemos controlarlo todo.
Idealizamos y fantaseamos un modo de vida. ¿Qué pasa cuando no nos acompañan en nuestras desiciónes?: el paisaje conocido y controlado (en apariencia) desaparece por uno nuevo. Y nuestra vida cambia. Y caemos. Te iban a pasar cosas que ya no. No sabes lo que te espera, y nunca es bien recibido ese futuro porque no fue tu elección, fue la de otro que soltó la mano y tomó otra dirección, esa persona con la que ansiabas tener una vida ya no está y se desvaneció el ideal de futuro: Esos hijos no nacerán, ese futuro no estará, esa convivencia no será, los momentos y anécdotas que se iban a vivir no estarán..
Tenés que pensar obligatoriamente en otra cosa. El estancamiento es la no vida. Si le ponés onda la vida evoluciona. Hacés un duelo y en él te enconarás mirándote en el medio de un supermercado en un espejo pensando en lo que te perdiste, sin saber lo que sucederá, rogando que no sea esa vida aburrida que apareció en el reflejo. Estás conciente que tu vida tuvo un quiebre y que ya no volverá a ser la misma jamás.

1 comentario:

Galgo dijo...

Hay espejos para todos, y para mi tambien, que me devuelven un signo de pregunta.

No hay que rogar que no te toque la vida aburrida que no queres, hay que buscar y tomar la vida que queres, o la que mas se parezca, y siempre es dificil pero hay que buscarle la vuelta.
Si le pones onda la vida evoluciona.